No es de estilo propio inmortalizar sentimientos en letras, menos en un ahogado blog, pero hoy quiero hacer de ellos testigos silenciosos de un corazón que no olvida, que recuerda y que aún vive con cada latido ese breve transitar por un infinito cielo de ilusiones.
Todo inicio esa noche, en medio de rostros desconocidos, del mes de los que comercialmente llaman de los enamorados, sin creer en religiones, hallaría una bendición. Tal vez casual, inoportuna u oportuna, no podría descifrarlo a ciencia cierta, pero era más que una realidad.
Todo inicio esa noche, en medio de rostros desconocidos, del mes de los que comercialmente llaman de los enamorados, sin creer en religiones, hallaría una bendición. Tal vez casual, inoportuna u oportuna, no podría descifrarlo a ciencia cierta, pero era más que una realidad.
En medio del todo, una apariencia distintiva, en medio de la gente una persona, en medio del desierto una esperanza, en medio del ruido una música de celestiales melodías. Sin conocerla sentí que esa mujer sería el ángel de mis días, quien aquella noche me ha señalado con esa mirada tierna, fue la juez que sentenció en ese instante mi voluntad. Sin abogados, con testigos expectantes he caído a la más dulce de las condenas. Tal vez sin intención alguna, pero las princesas de sueños eternos, no tienen la culpa de poseer estos dones.
Borrar las huellas de una historia pasada se hacia necesario, sobrescribir las urgencias del día anterior con cada paso de entrega y esmero, era el presente. Si alguna vez caí en equivocaciones, fue una bendita oportunidad para enmendar errores que merecen la pena olvidarse, y así fue, mi vida entera fui entregándola como la luz de la luna de esa noche caía rendida ante el amanecer.
Caminar unos pocos meses al lado de esa dama, fue sentir una vida entera de felicidad, son las más hermosas letras que la vida ha cicatrizado en mi alma.
Hoy transportándome a un tiempo atrás, recuerdo en una ocasión que alguien me ha preguntado quién es ella, mi respuesta fue certera, "es una persona con el equilibrio justo de lo angelical y lo humano", y son las palabras exactas las que la describen. Entregando siempre lo máximo de sí, con la habilidad de extender una mano ayuda sin importar a quien, ella ha robado mi admiración.
El recuerdo ha llamado también, tiempo antes, a aquel instante que la mano amiga ha guiado mi ser hasta ella, un simple beso en la mejilla, ha sido el sin fin de un soñar deseado con los ojos abiertos.
Tal vez estas líneas sean las más sinceras que alguna vez este puño ha sentenciado en hojas y hojas de experiencias de vida. Escuchando la melodía de "Someone Like You", se queda grabada en mi mente la frase "Ayer mismo fue el tiempo de nuestras vidas", suspiros de nostalgias brotan en una noche de invierno, suspiros malditos que fueron concebidos por malos entendidos, porque ayer fue el tiempo, nuestro tiempo, el de compartir momentos indelebles a los días e inmortales para los sentimientos.
Tal vez estas líneas sean las más sinceras que alguna vez este puño ha sentenciado en hojas y hojas de experiencias de vida. Escuchando la melodía de "Someone Like You", se queda grabada en mi mente la frase "Ayer mismo fue el tiempo de nuestras vidas", suspiros de nostalgias brotan en una noche de invierno, suspiros malditos que fueron concebidos por malos entendidos, porque ayer fue el tiempo, nuestro tiempo, el de compartir momentos indelebles a los días e inmortales para los sentimientos.